Quisiera solamente compartirles este pasaje de LABD. “OH Señor he oído tu Palabra y te adoro reverente por las cosas espantosas que Tú vas hacer. EN ESTE TIEMPO DE PROFUNDA NECESIDAD, AVIVA TU OBRA COMO LO HICISTE EN TIEMPOS ANTERIORES, MUÉSTRANOS TU PODER Y SÁLVANOS, Y EN MEDIO DE LA IRA, ACUÉRDATE DE LA MISERICORDIA” Habacuc 3: 2.
Pienso que muchos hemos usado esta palabra, cuando entramos en crisis (y de eso somos expertos) pero es bueno analizar una vez más, que en medio de la gran necesidad es que la gente se “ablanda” para pensar en lo vano de la vida. Al ver morir millonarios clamando por un poquito de oxígeno, se ve la fragilidad, inutilidad de atesorar aquí en la tierra y no ocuparse de su alma que es eterna. Por lo que aprovechemos de hablar del Salvador, del único camino al cielo, un avivamiento vendrá, vida para los incrédulos y soplo nuevo del Espíritu sobre la Iglesia Moribunda, eso quiere decir “avivar” soplar vida sobre un cadáver. Volver a la sencillez de la congregación de los santos en lugares incómodos, escondidos muchas veces, pero como la levadura el Reino de Dios crezca como nunca antes. No tenemos idea cómo será el futuro de nuestras iglesias, si se reacomodarán en otros lados, seguro habrá cambios. Pero Cristo es la Cabeza de la Iglesia, y ninguna de sus ovejas se perderá. Confiemos en Él. Varios misioneros y pastores han tenido que devolver los locales, por la imposibilidad de pagar los alquileres, servicios, y hay temor, qué pasará en el futuro. Les animo a confiar en Dios, como en el pasado vimos milagros y salidas inesperadas, así volverá a manifestarse.
Sabemos por la Palabra que Dios se retiene en su ira, hay tantas maldades en el mundo. Si Dios no dejó pasar por alto su disciplina a su pueblo Israel, cuando hacían abominaciones y lo provocaban con sus pecados y maldades, este mundo está colmando la paciencia de nuestro Padre. Su misericordia lo retiene, pero La Novia de Cristo será llevada al cielo antes que su ira se desate.
¡Maranatha!…El Rey viene. Trabajemos que el cielo se llene. La hora sólo la conoce Dios. Pero estemos listos, santificados y trabajando. Mi consejo es que no se dejen llevar por los noticieros, muchas noticias no son verdaderas, nadie sabe cómo manejar esta pandemia, les animo que lean todo el libro de Habacuc, y vean 4 cosas que deben hacer para enfrentar los problemas que se vienen:
Pare y Piense
- ¿Quién es Dios y por qué hace lo que hace?
- Acuérdese de las cosas que ya sabe de Dios y cómo obró en el pasado.
- Aplique lo que ya sabe para enfrentar los problemas y cómo Dios puede ayudar a solucionarlos. Recuerde sus promesas.
- Entregar a Dios las dudas, el justo por la fe vivirá, y deje que Él haga su obra. Habacuc estaba asustado cuando vio la visión, pero entendió que podría tener pérdidas, por causa de los pecados de otros, pero seguiría gozándose en el Dios de su salvación.